18 giu 2009

un cuarto proprio


A ustedes les he muy fácil resolver que el genio debe estar muy por encima de lo que digan de él.
Por desgracia son precisamente los hombres y las mujeres de genio los que más se preocupan de lo que se dice de ellos.
Las mujeres viven como murciélagos o lechuzas, trabajan como bestias y mueren como gusanos.
Su mente se extravió a fuerza de independencia y soledad.
Escribirá tontamente en lugar de escribir con sensatez. Escribirá sobre ella misma en lugar de escribir sobre sus personajes.
Está en guerra con su destino.
Lo que se entiende por integridad en el novelista es la convicción que él nos da de que esa es la verdad.
y serrando el libro como una especie de reverencia como si fuera algo muy precioso,
un refugio que le durará mientras que uno viva, lo vuelve a su sitio en el estante...
Toda la mente debe estar abierta de par en par y
así tendremos la certeza de que el escritor está comunicando su experiencia con plenitud perfecta.
Tiene que haber independencia y tiene que haber paz. Las cortinas deben de estar corridas.
Escribir lo que uno quiere escribir es lo único que importa,
y que eso importe por siglos o por horas es lo de menos.
El escritor tiene la suerte de vivir más que los otros en presencia de esta realidad.
Su oficio es descubrirla y juntarla y comunicarla a los otros.

una vez más,
Gracias
por mi cuarto, por mi independencia
por mi dinero
por mi tiempo
por la realidad que me he dado vivir y que no deja de asombrarme,
por mi curiosidad, por lo real
por las historias que me cuentan, las historias que he vivido
y por las que algún día contaré.
Gracias.

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