30 lug 2009

love is love



more again...

I want weekends
i want i want i want

running
random

muaka
mua
mu
m

28 lug 2009

fin de semana!






la maravilla de foz...
la maravilla de eva
la maravilla de encarna y paco
la maravilla de los colegas de toda la vida
la maravilla da miña cadela
a maravilla da miña terra galega...
mar
sol
can
paella
relax
amistad
....................
gracias
graciñas
grazie
....................
pero uno sempre volta
e agora francisca
méndez
y torre...
came again....

(churri no intentes descubrir la playa...no puedes...)

19 lug 2009

eso es amor!


y lo demás son chorradas!¡

18 lug 2009

amor

Amor, ch'a nullo amato amar perdona,
mi prese del costui piacer sì forte,
che, come vedi, ancor non m'abbandona.
Dante Alighieri,inferno V canto.

amor che scivola e va via
amor que no se acuerda

amor olvidado
amor rechazado
amor acariciado
amor que huele
amor que duerme
amor que agarra

siempre se quiere uno a uno mismo.
siempre el algodón
siempre las sabanas
siempre la noche
siempre la lluvia
siempre las gafas
siempre el olor a tierra mojada y a mar...
siempre.

buona estate a tutti quelli che la tengono...

8 lug 2009

muitzumesc¡!


te rog
muitzmesc
ieu sunt muitzu feliz!

rumano
musica balcanica
miles de recuerdos
volutariado en rumania
10 meses
una scadenza
lejos de aquí...

muitzumesc
non sei que vou facer
quiero seguir aprendiendo
quiero...

buena musica
buena gente
buena coruña

io morna
grazie vinicio
grazie bici
grazie sole
muitzumesc...

ese puente es belgrado en abril...

6 lug 2009

comunicación

las palabras los idiomas los signos
las imágenes las frases
las señales los dibujos
los discursos las cartas
los mensajes las poesías

nada sirve

la sinceridad es un sentimiento
que no puede romper las barreras comunicativas

siempre hay ruido
siempre hay interferencias
y la gente sigue sin entenderse

las vidas cambian
toman caminos
se comparte tiempo
se cumplen todas las acciones

pero nunca nos entendemos en el fondo

puedes tener claro lo que tienes en la cabeza
las miles de emociones y escalofríos
que recorren nuestros nervios y neuronas
lo que has vivido
lo que has visto
lo que eres y piensas
sólo lo sabe uno mismo

y para mi últimamente es imposible comunicarlo
encerrada en un papel de autodefensapseudotontoeenseguro
que me hace otra
y esa no me gusta
pero estará de paso

una ninguna y cien mil
uno nessuno e centomila

fuerte
libre
sóla
una
yo
y

5 lug 2009

gatos


gatos
gatos felinos
gatti tigrati
gatti agitati
gatos curtidos
gatos gatos gatos
puedo ser felina
puedo ser liquida
pero prefiero ser canina
prefiero enroscarme en mi
hueso, colchoneta y ventana
prados carreras y amigos
prefiero ser canina...
nada de arañazos
no tiene porqué
nada de juegos
feliz, tranquila
mimosa
nada de gatos...
ffhffffhhhhh

2 lug 2009

la camisa del hombre contento.

Un Rey tenía un hijo único y lo quería como a la luz de sus ojos.
Pero ese Príncipe siempre estaba descontento.
Pasaba días enteros asomado al balcón, mirando a lo lejos.
-¿Pero que te hace falta?- le preguntaba el Rey- ¿Que te pasa?
-No lo sé, padre mío. Ni siquiera yo lo sé.
-¿Estás enamorado? Si quieres a una muchacha, dímelo y la haré tu esposa, sea la hija del Rey más poderoso de la tierra o la campesina más miserable.
-No padre, no estoy enamorado.
¡Y a todo recurría el Rey para distraerlo! Teatros, bailes, música, canto; pero nada serviría, y del rostro del Príncipe desaparecía día a día el color rosa.
El Rey publicó un edicto y de todas las partes del mundo acudió la gente más instruida: filósofos, doctores y profesores. Les mostró al Príncipe y les pidió consejo. Todos se retiraron a meditar y después volvieron junto al Rey.
-Majestad, hemos pensado, hemos leído las estrellas, y he aquí lo que debéis de hacer. Buscad a un hombre que esté contento, pero contento de todo y por todo, y cambiad la camisa de vuestro hijo por la suya.
Ese mismo día, el Rey mandó embajadores por todo el mundo para que buscaran un hombre contento.
Le trajeron un cura.
-¿Estás contento?- le preguntó el Rey.
-¡Yo sí, Majestad!-
-Bien. ¿Te gustaría ser mi obispo?
-¡Oh, claro que sí, Majestad!
-¡Entonces vete! ¡Fuera de aquí! Busco a un hombre feliz y contento de su estado,
no uno que quiera estar mejor de lo que está.
Y el rey se puso a esperar a otro. Había un Rey vecino, le contaron, que vivía de veras feliz y contento:
tenía una mujer hermosa y buena, gran cantidad de hijos, había derrotado a todos sus enemigos en la guerra.
y su país estaba en paz. El Rey, lleno de esperanzas,mandó de inmediato a sus embajadores para que le pidieran la camisa.
El Rey recibió a los embajadores.
-Sí, sí- les dijo-,no me falta nada, pero es una lastima que, cuando se tienen tantas cosas, haya que morir y dejarlo todo.
¡Con este pensamiento, sufro tanto que de noche no duermo!
Y los embajadores juzgaron, con toda razón, que era mejor regresar.
Para desahogarse un poco, el Rey fue de cacería. Le disparó a una liebre y creía haberle acertado, pero la liebre huyó dando brincos. El Rey la persiguió y se alejó de su séquito. En medio del campo, oyó una voz de hombre que cantaba la falulella.
El Rey se detuvo. "¡Quién canta así?", pensó, "tiene que estar contento!" Y siguiendo el sonido de la voz se metió en una viña, y entre las hileras vio a un joven que cantaba mientras podaba las vides.
-Buenos días, Majestad- dijo el joven-. ¿Tan temprano y ya en el campo?
-Bendito seas, ¿quieres que te lleve conmigo a la capital? Serás mi amigo.
-Ay, Majestad, no. Os lo agradezco, pero no me interesa. No me cambiaría ni por el Papa.
-Pero ¿por qué? Tú un joven tan apuesto...
-Que no, os digo. Estoy contento como estoy y basta.
"¡Al fin un hombre feliz!", pensó el Rey.
-Escúchame, joven,debes hacerme un favor.
-Si puedo de todo corazón, Majestad.
-Aguarda un momento.
Y el Rey, que no cabía en sí de la alegría, corrió a buscar a su séquito:
-¡Venid, venid! ¡Mi hijo está curado! ¡Mi hijo está curado!
Y los lleva junto al joven.
-Joven bendito-le dice-, ¡te daré lo que quieras! Pero dame, dame...
-¿Que majestad?
-¡Mi hijo está a punto de morir! Sólo tu puedes salvarlo. ¡Ven aquí, espera!
Y se aferra a él, empieza a desabotonarle la chaqueta. Súbitamente se detiene, se le aflojan los brazos.
El hombre contento no tenía camisa.

Italo Calvino, Fiebe italiane.